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Luli Delgado

Nueva manera de escribir, por Luli Delgado
81b, Luli Delgado

Nueva manera de escribir, por Luli Delgado

Mal acaba de empezar y ya el 2023 nos trae sorpresas.La gente de la Real Academia Española (RAE) anunció nuevas modalidades para el correcto uso de nuestro idioma.Tomen nota. De ahora en adelante quedan eliminadas del alfabeto la “ch” y la “ll”, por considerarlas dos letras juntas, así que el abecedario pasa a constar de veintisiete letras.La antigua “Y griega”, ahora se llamará simplemente “ye”, y la que antes era “i latina”, “i” no más.Tampoco nos referiremos más a la “b” de burro o “v” de vaca. Ahora son “b” y “uve” o “v”. Eso ya más o menos era así, pero ahora es oficial.También quedó sacramentado que "solo" se quedará para siempre solo, porque no va a llevar más acento, así como tampoco los pronombres demostrativos. Pensar en la de plumazos rojos y puntos menos que nos ganamos en el c...
El primer día del año, por Luli Delgado
80b, Luli Delgado

El primer día del año, por Luli Delgado

Al primero de enero inevitablemente lo asocio al primer día de cada uno de mis grados de primaria.Siempre iba en la expectativa de que la clase me tocara con la mejor maestra, que, aunque nunca me hubiera tocado, todas iban precedidas de su fama.Inocente al fin, pensaba que ella no sabía quién era yo, pero hoy pienso que sí, que ellas hablaban entre ellas, y que no era posible llegar a un nuevo grado con la hoja enteramente en blanco.Así comenzaba el año, con olor a cuadernos nuevos, cajas de creyones muy afiladas, zapatos relucientes y gran entusiasmo.Transcurrido cierto tiempo, empezaba a torcérsele el rabo de la puerca, y llegaba el primer “la felicito, señorita”, una de las peores humillaciones de las que tengo memoria, sobre todo porque solía ser delante de toda la clase. En fin, el a...
El Niño Jesús, por Luli Delgado
79a, Luli Delgado

El Niño Jesús, por Luli Delgado

ler em português   Anoche, pequeñito e indefenso, así como nacemos todos, llegó el bebé Dios a reiterarnos que no estamos tan desasistidos como a veces puede parecernos.Cada vez que nace un bebé, no importa en qué condiciones, trae consigo la alegría y la fuerza de la vida. ¿Cuántas esperas indeseadas no se borraron con la llegada de un nuevo ser? ¿Cuántas cosas no se perdonaron, cuántas esperanzas no se dibujaron en los corazones? ¿Cuánta ternura no se produjo como por encanto?Y si eso nos pasa con cualquier bebé que nace, cómo no habría de ser nada menos que con el hijo de Dios?.El Dios de nuestros padres, el que nos enseñaron a amar y a venerar, el que nos trajo cada año los regalos y al que adornamos con ovejitas de algodón y estrellas de aluminio, ese mismo niñito de yeso que año tras...
O Menino Jesus, por Luli Delgado
Luli Delgado

O Menino Jesus, por Luli Delgado

leer en españolOntem à noite, pequenino e indefeso, tal como todos nascemos, o menino Deus veio reiterar que não estamos tão indefesos como às vezes nos pode parecer.Cada vez que nasce um bebê, não importa em que condições, ele traz consigo a alegria e a força da vida. Quantas esperas indesejadas não foram apagadas coma chegada de um novo bebê? Quantas coisas não foram perdoadas, quantas esperanças não foram desenhadasnos corações? Quanta ternura não apareceu como que por encanto?E se isso nos acontece com qualquer bebê que nasce, como não poderia ser menos do que com o filho de Deus?O Deus dos nossos pais, aquele a quem nos ensinaram a amar e venerar, aquele que todos os anos nos trazia presentes e que adornamos com ovelhas de algodão e estrelas de alumínio, aquela mesma criança de gesso ...
La comedia humana, por Luli Delgado
78b, Luli Delgado

La comedia humana, por Luli Delgado

ler em português Sábado en la noche. Una niñita llora a la entrada del supermercado. Le veo la cara a su papá, y me dice: "Es que ella vive con su mamá y últimamente se pone así"... Sigo a tomarme un café. La máquina se echó a perder. Las muchachas que atienden, me cuentan los reclamos de los clientes, "así como si la hubiéramos echado a perder nosotras ". En la mesita de atrás, un señor de unos setenta años habla, o más bien implora, por celular. "Se me ocurrió que podríamos vernos......yo sé que estás cuidando a tu mamá, pero si puedes, ¿por favor me llamas? Sigo. En sentido contrario viene una pareja con un niñito como de cuatro años, corriendo por el corredor de los fríos. La mamá, a modo de excusa: "Tiene la pila cargada a toda hora, y lo peor es que no sé dónde se apaga"....
A comédia humana, por Luli Delgado
Luli Delgado

A comédia humana, por Luli Delgado

leer en español Sábado à noite. Uma garotinha chora na entrada do supermercado. Eu olhos para a cara do pai dela, e ele me diz: "É que ela mora com a mãe dela e ultimamente ela está assim"... Continuo a tomar um café. A máquina quebrou. As meninas que me atendem me contam sobre as reclamações dos clientes, "como se nós mesmos a tivéssemos estragado". Na mesa do fundo, um senhor de setenta anos fala, ou melhor, implora, ao celular. "Pensei que poderíamos nos ver... Sei que você está cuidando da sua mãe, mas se puder, por favor, me liga?" Continuo, na direção oposta vem um casal com um menino de uns quatro anos, correndo pelo corredor frio. A mãe, em jeito de desculpa diz: “A bateria dele fica sempre carregada, e o pior é que não sei onde é que ela desliga”. O pai desse menino me...
Adversidades y malas rachas, por Luli Delgado
59a, Luli Delgado

Adversidades y malas rachas, por Luli Delgado

Visto desde lejos, yo creo que los juegos de apuestas envician porque a fin de cuentas se parecen mucho a la vida. Y cuando pierdes, la diferencia es que en el juego se llama mala racha, y en la vida, adversidad.Es que la fuerza con la que quien apuesta cruza los dedos para que gane el cinco, debe ser muy parecida a la que cada uno de nosotros pone cuando cruzamos los nuestros para que: “no llueva”, “me llame”, “no sea nada”, “lo aprueben”, “no se note”, “pase rápido”, y por ahí sigue la lista.El que juega, va siempre al que le parece mejor, pero no sabe si el caballo rengo es el que va a terminar con el aro de flores y las fotos del triunfo. ¿Y en la vida no pasa algo parecido?Tratamos racionalmente de elegir lo que pensamos que más nos conviene y actuamos de la manera que sentimos que es...
Saporrabúos, por Luli Delgado
72b, Luli Delgado

Saporrabúos, por Luli Delgado

Para poder escribir está crónica tuve que empezar por averiguar con mi tío Alfonso si el término “saporrabúo” era coriano o paraguanero, los dos orígenes de mi rama materna. Concluimos que era paraguanero. En Fin.Para quienes no lo conozcan, un “saporrabúo” es una persona que cree que sabe más que todo el mundo, y que, arrogante, ve al resto de la humanidad con desdeño. Un sapo con rabo, pues.A ver. En el colegio de mi hija se organizó una vez una jornada de trueque, con el objetivo de dar a conocer la primera manera conocida de hacer comercio. Se dividió a la clase en grupos y a cada uno se le asignó un oficio: talabartero, carpintero, herrero y por ahí siguió la lista.No viene al caso el resultado, pero en cambio me puso y todavía me pone a pensar sobre qué oficio conocemos verdaderament...
Si te cuento, por Luli Delgado
69b, Luli Delgado

Si te cuento, por Luli Delgado

Resulta que a todos nos pasan cosas y generalmente queremos contarlas, pero en ese proceso nuestro relato puede tropezarse con varias situaciones.Veamos algunas:Muchas veces no hace falta ir hasta el final o hacerse de explicaciones exhaustivas, para que nuestro interlocutor sepa de lo que estamos hablando. ¿Nos damos cuenta, o ni nos pasa por la cabeza?Cuando eso sucede, a menudo la paciencia del que oye se agota y resuelve rematar la frase con su propia versión. Es muy fastidioso para quien, entusiasmado, hubiera preferido llegar hasta el final.Pero lo contrario también puede resultar insufrible y es bastante más usual en personas con las que no nos podemos dar los lujos de la confianza. No hay nada peor que alguien que se empeña en contar con detalles y detalles una historia que desde l...
Fechas memorables, por Luli Delgado
65a, Luli Delgado

Fechas memorables, por Luli Delgado

Puntualísimo, el sol sale todas las mañanas, pero nuestros ancestros resolvieron bautizar cada día con un nombre diferente, y después agruparlos por días, meses y años.Ahí se ganó o se perdió una batalla, nació un bebé que más adelante resultó clave para la Historia, se murió alguien difícil de olvidar, hubo un invento, una conquista, y entonces surgió la convención de declarar algunas fechas dignas de recuerdo especial.Se me ocurre que las fechas son como las estrellas. Hay las de primera magnitud, de las que buena parte de la humanidad se acuerda, pero también están las que son más locales y brillan menos, las cuales generalmente terminan heredadas por las calles de cada comunidad, casi siempre transitadas más adelante por generaciones que no saben qué fue lo que pasó, pero que igual las...
A su servicio, por Luli Delgado
61a, Luli Delgado

A su servicio, por Luli Delgado

 Si repasamos todas las profesiones posibles, invariablemente nos vamos a encontrar con que, sin el contexto humano, éstas ni serían ni necesarias ni por fin tendrían sentido.Cuando educamos, curamos, informamos, fabricamos muebles o cosemos ropa, no hacemos otra cosa que servir a los demás. Y esos “demás” son, queramos o no, nuestra razón de base para lo que sea que hagamos de nuestra vida, nuestro requisito sine qua non.Podemos servir como cualquier cosa dependiendo de la profesión que cada uno haya escogido, pero de allí a servir en el sentido de ser verdaderamente útiles, puede haber una diferencia que a veces llega a ser enorme.Y nos demos cuenta o no, participamos de una incuestionable e ininterrumpida interdependencia. A todos nos crece el pelo, necesitamos zapatos nuevos, o desde h...
Bastidores de los famosos, por Luli Delgado
51a, Luli Delgado

Bastidores de los famosos, por Luli Delgado

Nada nuevo bajo el sol, siempre hay alguien que nació en cuna especial, o se le ocurrió algo, o hizo una carrera brillante, o practicó una disciplina con más empeño, o por último tuvo mejor suerte. Y fue así, como por unas o por otras, atravesó la calle de los comunes y se volvió famoso.Los que nos quedamos en la acera de enfrente, construimos a partir de ellos nuestra propia constelación, derivada en línea directa de la manera de vivir de cada quien. Y nos cuentan y vemos tanto, que parece que hasta los conocemos.Y así, desde nuestra humilde y anónima condición de mortales,  les seguimos la trayectoria, tal vez en la vana esperanza de que acabemos por identificar algo en común, aunque sea cuando no están en pleno ejercicio de su condición de paradigmas.Si a todos nos duelen las muelas, am...