News That Matters

Leonor Henríquez

Moderación, por Leonor Henríquez
80b, Leonor Henríquez

Moderación, por Leonor Henríquez

Dícese que el secreto de la buena salud y una larga vida es la moderación.No me atrevo a mostrar desacuerdo ante esta máxima, pero por esta vez, sólo por esta vez, lo juro, voy a intentar una apasionada defensa sobre los excesos.En estos tiempos donde a uno le dicen: una sola copa de vino al día, un cuadrito de chocolate (acto heroico), tantos minutos de ejercicio, de meditación, de yoga, tantos gramos de carbohidratos, tantas calorías.Pareciera que la existencia transcurriera en una métrica prisión.Razón tenía un señor, usuario de un programa de dieta y ejercicio que prometía perder no sé cuántos kilos a la semana, quien dijo que lo único que había perdido en una semana eran las ganas de vivir.Yo me pregunto, ¿acaso la voluptuosidad intelectual, de donde surge lo más sublime del pensamien...
El invierno, por Leonor Henríquez
76b, Leonor Henríquez

El invierno, por Leonor Henríquez

Se avecinan tiempos gélidos en mi ciudad.En mi tierra se dice ¡Llegó Pacheco! Pero esto es otra liga.Lo más calientico esta semana: -16°C.Es el invierno.El que viene a recordarme, cada año, la poesía del refugio.El gran poeta Baudelaire lo expresa magistralmente: “El invierno evocado es un refuerzo de la felicidad de habitar.” (Dicha Invernal)Después de más de dieciséis años viviendo en estas latitudes, he conquistado un cierto estado de clarividencia para no resistirme, ni quejarme, cuando bajan las temperaturas o arrecia la tempestad.El frio es un contratiempo menor y, al contrario, una oportunidad magnífica de mirar hacia dentro, como dijo Carl Jung en una de mis citas favoritas: “Quien mira hacia afuera, sueña; quien mira hacia dentro, despierta.”En el invierno me visto para la estació...
El rugido, por Leonor Henríquez
72b, Leonor Henríquez

El rugido, por Leonor Henríquez

En esta época del año los osos se alborotan. Se están alimentando de bayas y preparándose para hibernar el largo invierno canadiense. Hay “bear warnings” en los parques nacionales y recomiendan andar siempre en grupo, hacer ruido y cargar “bearspray”, el cual creo que, en mi caso, mientras veo como se activa, pues me comió el oso. El hecho es que, en estos días salgo a caminar con mucha cautela. Pero esa tarde gloriosa salí sola, porque mi amiga no estaba disponible y en verdad es un parque muy concurrido y seguro. Como estoy paranoica, comencé a escuchar mini-rugidos a cada paso. Primero, un movimiento extraño en un árbol. Los osos saben trepar. Me detuve, pero no. Era una ardilla agitando las hojas del árbol con su alegre cola. Seguí caminando y escuché un movimiento sospechoso entre lo...
Tortilla de vegetales, por Leonor Henríquez
74c, Leonor Henríquez

Tortilla de vegetales, por Leonor Henríquez

Yo creo que el huevo es el alimento más perfecto que existe; le sigue el cambur. Manjares simples que siempre vienen al rescate. En mi casa materna había una máxima “lo que haya se comparte”, y si se presentaban muchos comensales sin avisar y alguno quedaba fallo (casi nunca era el caso) lo resolvían con par de huevos fritos. Los cambures (bananas, maduros, guineo, plátanos, en otras latitudes) nunca faltaban. El hecho es que hace poco abrí la nevera y como decimos en mi tierra, estaba como la Plaza Venezuela: agua y luz. A veces mi refrigerador me recuerda al “cementerio de los elefantes”, pero en vez de ser el lugar donde los elefantes vienen a morir, es el lugar donde los vegetales vienen a morir. A éstos les quedaba algo de vida, y al final descubrí unos huevos en un...
El mapa, por Leonor Henríquez
68b, Leonor Henríquez

El mapa, por Leonor Henríquez

Probablemente los mapas pertenezcan a esa larga lista de objetos obsoletos, que la tecnología (y el GPS) se han encargado de eliminar. Sin embargo, hace poco, me topé, casi por casualidad, con una cartografía muy particular. Un pergamino con lugares que me eran muy familiares, pero que tenía tiempo sin recorrer. En silencio solemne, me quedé mirando este arqueológico hallazgo con detenimiento y asombro. Arterias fluviales y canales cavados en tierra, se abren paso, señalando destinos que un día serán recuerdos. Caminos secundarios, tortuosos, desafiando obstáculos, bordeando precipicios, asomándose a acantilados, sonriendo. Al norte, vías llenas de asombro, o fruición, improvisado pentagrama. Recorrí con la punta de mis dedos, depresiones geográficas, lagos oscuros...
Festina Lente, por Leonor Henríquez
65b, Leonor Henríquez

Festina Lente, por Leonor Henríquez

Por razones que la razón desconoce, parafraseando a Pascal, vuelve al paisaje de mi vida este adagio clásico, Festina Lente, que se traduce como: Apresúrate Lentamente.Me volqué a buscar en mis cajas polvorientas, cofres y baúles viejos, un colgante que compré en México hace veintitrés años.Y lo encontré.El ancla y el delfín, el Festina Lente, volvió a mi cuello.Pareciera un absurdo radical, un oxímoron, apresúrate lentamente, pero se trata de ese fino balance entre la urgencia y la diligencia.En Venezuela se traduciría como “sin prisa, pero sin pausa”.El emperador romano, Augusto, lo utilizaba como la divisa de su ejército (en aquel tiempo lo representaban con una mariposa y un cangrejo), y se convirtió en un lema muy popular en el renacimiento.La Fontaine lo inmortalizó en su fábula de l...
El filósofo, por Leonor Henríquez
62b, Leonor Henríquez

El filósofo, por Leonor Henríquez

Cuando me hacen preguntas como ¿Por qué existe algo y no más bien nada? me empieza a doler la cabeza.Mi biblioteca a veces me invita a releer libros olvidados, y en este caso acepté esta invitación a la filosofía, como el mismo autor la describe, Las Preguntas de la Vida de Fernando Savater.Aclaro que la filosofía es una disciplina que me apasiona, pero de la cual me declaro completamente neófita e incompetente.Pero aparte del disfrute de toparme con Sócrates de Alopece, Tales de Mileto y Platón de Albóndigas (un toque de humor gracias a mi hermano QEPD), esta gimnasia mental de leer filosofía coincidió con la visita a mi casa de un verdadero filósofo.Al principio me sorprendió su seriedad y su voz grave, pero de inmediato salió a la luz su verdadero temperamento alegre y su poder de cuest...
Caminos verdes, por Leonor Henríquez
55a, Leonor Henríquez

Caminos verdes, por Leonor Henríquez

A veces me voy por los caminos verdes.Los geográficos y los de la mente.En mi país llamamos los “caminos verdes” a la ruta menos directa, pero quizás más tranquila y pintoresca.Abandonar la autopista para tomar veredas solitarias me ha resultado muy inspirador.Sucedió que, durante mi paseo diario por el parque, descubrí un caminito angosto, en medio de la pradera infinita, el equivalente a la “sabana íngrima” de mi tierra, como dice una canción venezolana.Y parece mentira, pero en esa "ingrimitud", en que el mundo pareciera totalmente deshabitado, me siento más acompañada que nunca.Allí, en el medio de espigas y flores silvestres, entre maripositas azules, pajaritos que vuelan nerviosos a mi paso, piedritas y charcos, acuden a mi alma todas mis presencias amorosas. Esas que me acompañan si...
El Maratón, por Leonor Henríquez
73c, Leonor Henríquez

El Maratón, por Leonor Henríquez

Estoy entrenando para correr un maratón. Así como lo oyen. El problema es que tengo casi todos los músculos atrofiados. La motivación para correr este maratón en particular, creo que es la misma que tienen todos los maratonistas y que, una ranchera muy conocida define muy expresivamente: “No hay que llegar primero, sino hay que saber llegar…” Hoy en día, se promueve hasta el cansancio (literalmente) el fitness, la actividad física, la necesidad de estar en movimiento. Y con mucha razón realmente, “mens sana in corpore sano”. Correr, pedalear, nadar, saltar, competir, tantos verbos activos que, de sólo nombrarlos, ya quedé cansada. Yo en verdad prefiero caminar. Sin embargo, estoy decidida a correr este maratón, y entrenaré sin descanso, pero sin derramar una sola gota...
Cintura cósmica, por Leonor Henríquez
67b, Leonor Henríquez

Cintura cósmica, por Leonor Henríquez

 No hay distancia más larga que hace un minuto atrás…dicen.Es el tiempo que se fue.Cronos, el implacable.Pero los griegos también nos dejaron a Kairós, el que no tiene tarde ni temprano, sino textura de miel y olor a madrugada.Al final, en esta etapa de mi vida opero en un largo y plácido etcétera y mis horas las marca uno de esos relojes derretidos de Dalí.Pero hace poco, me puse a ver un programa, muy interesante realmente, sobre el espacio, mecánica cuántica, telescopio Hubble, y me atacaron las dudas.De repente no supe si vivo en el presente, en el futuro, en un holograma, en una cinta, en una cuerda, o en un túnel hecho por gusanos que supuestamente son pasadizos secretos para entrar a otras dimensiones.  No sé si el universo es finito, o no; si se expande o se comprime; si existe, o ...
El psiquiatra, por Leonor Henríquez
66a, Leonor Henríquez

El psiquiatra, por Leonor Henríquez

De vez en cuando visito a mi psiquiatra.Su expresión es adusta y su silla dura.Pero sus ojos son del color del tiempo, a veces transparentes, otras veces  de un azul intenso, como zafiros.Su sonrisa es ancha y horizontal, pero amable.Y lo más importante, sabe escuchar, sin interrumpir. Sus silencios salvan, rescatan.En todos los naufragios de mi vida, mi fiel psiquiatra siempre ha venido al rescate.Y a propósito de esos naufragios luminosos, comparto una de las mejores definiciones del amor que he leído, “Amor: Hacerse a la mar con disposición al naufragio.” (Fernando Reyes Heroles, Abecedario)Hace poco hice una cita, por nada en particular, solamente para conversar y ver de color estaban sus ojos ese día.Me vestí y salí al encuentro.Esta vez me recibió fríamente, pero esa brisa helada que...
Mi animal espiritual, por Leonor Henríquez
63c, Leonor Henríquez

Mi animal espiritual, por Leonor Henríquez

Ayer me comí a mi animal espiritual.Mi hija me lo recordó después de haber disfrutado inmensamente una hamburguesa de bisonte.Uups.Sí, hace tiempo que el bisonte me eligió para ser mi animal espiritual. Su significado es fuerza, abundancia y calma interior. Y sí, ellos lo eligen a uno.Por mucho tiempo pensé que yo era buey, por ser mi animal del horóscopo chino, pero también ya hace rato que me liberé de la carga y no pienso aceptar más, si puedo evitarlo.Mis hijos y amigos se ríen de mi cuando les hablo del tema.Mi hijo dice que su animal espiritual es el mapurite y un buen amigo bromea diciendo que el de él es el chipi chipi (molusco diminuto que se come en sopas en Venezuela). No hay nada risible en el tema, pero igual me hacen gracia sus comentarios.Para muchas culturas ancestrales y l...