La génesis fue el pigmento (parte IV), por Tomás González
El año 1936 venezolano merece un libro que aún no se escribe. Ocurrió de todo. Finaliza la dictadura de veintisiete años. El general Eleazar López Contreras, el elegido, asume en medio de una crisis de gobernabilidad que ameritaba "calma y cordura". Los cambios sociales, económicos, culturales y políticos se aceleraban como nunca antes. Y regresan los exiliados.
Mariano Picón Salas, uno de los proscritos, acuñó la famosa frase que el siglo XX venezolano había empezado en 1936. Pero su obra intelectual y educativa es mucho más que una frase. Exiliado como estaba en Chile, su regreso fue de mucha importancia.
Don Mariano trajo en la misión educativa chilena a los más notables intelectuales del momento para incorporarlos al trabajo de recuperación del país. Uno de los integr...